13.5.07

La maldición de la flor dorada


Juan Pablo Valero

En el interior del palacio del emperador, en la ciudad prohibida, convergen sentimientos de todas las naturalezas, los cuales dejan estelas en cada uno de los personajes que conforman la familia imperial y le darán forma a todos sus planes para apoderarse del trono y con ello coronar todas sus ambiciones y saciar su necesidad de venganza.
"La maldición de la flor dorada" (Mana cheng jin dai huang jin jia) llega a las salas venezolanas y sorprende al cinéfilo promedio, porque el trailer de la película muestra un filme con mucha acción, con el montaje típico de una película rápida y repleta de vertiginosas escenas de peleas, cuando en realidad es una super producción de otra naturaleza.
Esta película es, sin duda, una de las más importantes que se han estrenado en el país en los tópicos de vestuario y fotografía, los cuales impregnarán las pupilas asistentes de un tono dorado, el cual contrastará con la oscuridad de las almas de los personajes, quienes protagonizarán una encarnizada batalla con sus demonios para tratar de sobrevivir en la jauría que se esconde detrás de los muros del centro de poder del cruel emperador.
Con películas como "El Tigre y el Dragón"; "Héroe" y "La Casa de las Dagas Voladoras", Zhang Yimou, es uno de los directores más celebrados por los amantes del cine y ahora con "La maldición de la flor dorada" regresa con su acostumbrada magnificencia visual, aunque no con la profundidad de las historias anteriores que pueden considerarse desde ya como clásicos del séptimo arte.
Yimou usa a sus actores favoritos para darle cuerpo a su nuevo largometraje y parte con Gon Li, una de las más grandes estrellas del cine chino y que, casualmente, fue descubierta por él cuando rodó en 1989 su filme "Sorgo Rojo" y años después ambos protagonizaron un escándalo cuando se descubrió que sostenían una relación amorosa, a pesar de que el director estaba casado. Pese a todo ese revuelo, el encargado de esta película sigue fiel a su actriz favorita y la llama de nuevo a encabezar el elenco.
El papel del emperador recae en Chow Yun Fat, quien es también un icono en el mundo del cine chino y mundial, debido a su participación en reconocidas producciones como es el caso de "Piratas del Caribe 3". Este actor le da vida a un ambicioso oportunista que, a fuerza de sus intrigas y su maestría en las artes de guerra, se va acercando a la reina para poder conquistarla y así sentarse en el trono como el máximo líder de los territorios chinos.
La historia se desarrolla en las postrimerías del siglo X en una China comandada por la Dinastía Tang, la cual heredaba de la Dinastía Sui grandes terrenos conquistados y una población diezmada por las guerras; los líderes de este poder se encargaron de llevar a su máximo esplendor los lujos del imperio.
En esta historia, el Emperador Ping (Chow Yun Fat) regresa del frente al palacio imperial para celebrar con su familia el Festival Chong Yang y le cae de sorpresa al comando donde se encuentra su segundo hijo, el príncipe Jai (Jay Chou), para medir sus habilidades y luego de eso reencontrarse con los suyos y enfrentarse cara a cara a una serie de traiciones.
Dentro de palacio las horas y sus diferentes ascendencias van brotando junto a la intriga y a los planes de muerte, los cuales inundan las almas y forman un enorme albañal humano, donde nadie saca una parte provechosa y puede ganarse del todo al espectador.
El vestuario merece una mención aparte y es sencillamente espectacular, casi todo en tono dorado y con muchos detalles que lo elevan a ser uno de los mejores en las últimas décadas, aunque extrañamente perdió con "María Antoniette" en los Premios Oscar, cuando era abiertamente superior.
El espectador podrá disfrutar una producción épica con elementos de intenso drama y con un final repleto de giros, donde cada uno de los personajes tomará una posición esencial en contra de la figura casi indestructible de un emperador que se ganará el odio de la audiencia por sus métodos en contra de sus seres queridos y a favor de perpetuarse en el poder.
El desarrollo de esta cinta se basa en la maduración de los personajes y de sus desencuentros pasionales y amorosos, donde la infidelidad y los imposibles marcarán sus pasos hacia un final lleno de lanzas y crisantemos dorados manchados de sangre.
El director llevó la cinta con sutileza y con una suavidad pasmosa y así conduce a los espectadores a un final huracanado donde el ritmo se incrementa y se llega a un laberinto de espadas, gritos, a un festival en honor a una especie de pétalos dorados, verdades sanguinarias y ambiciones de todos los calibres, que se enfrentarán en un reducido campo de batalla a las puertas del palacio real.
Las actuaciones de Gon Li y de Chow Yun Fat son muy buenas, al punto de arropar al resto del elenco, incluso a los jóvenes actores, quienes tenían el peso de las consecuencias de las triquiñuelas del emperador y de los arrebatos de la emperatriz.
"La maldición de la flor dorada" es una muestra del cine a gran escala que definió en su momento "Lo que el viento se llevó", el cual se ha perdido en el tiempo y ha sucumbido ante el exagerado uso de los efectos especiales, que le han restado credibilidad y calidad humana a los productos finales.
Este largometraje exhibe las consecuencias de tener apresados una serie de secretos que, cuando salen a la luz, derriban muros y muestran nuevos caminos de crisantemos, puñaladas y vidas que penden de un hilo, cual trapecista en una faena mortal.

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