20.3.05

Entre ángeles y demonios

Juan Pablo Valero

ANTES DE VER LA PELICULA me dediqué a leer algunas críticas sobre el largometraje, en casi todas castigaron duramente el guión, las actuaciones y los giros de la trama de la más reciente película de Keanu Reeves, Constantine.

Si tiene en cuenta que esta cinta es dirigida por Francis Lawrence, afamado director de vídeos musicales, quien tiene en su haber joyas de ese género para grupos como Green Day, Aerosmith y hasta la llamada princesa del pop, Britney Spears; si se considera que tenemos un filme inspirado en un comic y a un protagonista que quiere repetir el éxito de Matrix, es lógico no es esperar un filme ganador de los premios Oscar.

Otro punto conflictivo de los escritos en contra de la película, es el parecido del personaje de Jhon Constantine con el de "Neo". Constantine es un personaje "elegido" por Dios para ver a las más horrendas criaturas demoniacas que nadie ve, este personaje no está de acuerdo con su misión de salvador y hace su trabajo a regañadientes, y por el mismo tiene una sentencia de muerte, y se viste con ropa oscura, de Neo se pueden decir muchas cosas, pero es sólo usted el que tiene la potestad de desmentir o aseverar esta comparación.

Constantine es un filme lleno de complicadas explicaciones en torno a lo divino y a lo maldito, de las cuales muchas están algo trilladas por otros filmes que han explorado el tema.

En primer lugar está lo de la "lanza del destino", arma con la que un soldado romano hirió mortalmente a Jesús en la cruz. La presencia de la lanza ha estado en películas como "Hellboy" y la serie de anime "Evangelion".

Otro elemento repetido es lo de un ángel de confianza de Dios, que por celos a la humanidad, decide pactar con un subalterno del infierno (esta vez el hijo del diablo), para crear una réplica del submundo en la tierra. Este argumento ha salido en películas ligadas a profecías y que terminaron iguales a esta, con los mismos resultados y con el mismo criterio de un Lucifer buscando el equilibrio entre el bien y el mal.

La historia siempre se torna complicada, con carencias de elementos que inyecten coherencia a la película, para que al final ser resuelva todo de una manera muy sencilla, basada en la decisión del príncipe de las tinieblas y de un ausente Dios, que pareciera no existir, pero que al final uno de sus actos pone fin a la locura que permitió desarrollar por falta de acciones inmediatas.

Pero no todo es malo en esta película y si usted va al cine a verla, no perderá su dinero, porque la estética de la misma es bastante llamativa, en especial todas las tomas que tienen que ver con el infierno y con algunas peleas entre las fuerzas del mal y el bien, pero es sólo eso lo que se va a ganar con ir a presenciarla en la gran pantalla.

Cabe recordar que esta cinta está basada en el comic de la DC, Hellblazer, creado Jamie Delano y John Ridgeway, quienes utilizaron al personaje de Jhon Constantine, creado anteriormente por el escritor británico Alan Moore.

Para los fanáticos de estas publicaciones, Keanu Reeves, decepcionó en su interpretación del antihéroe, porque le falto más explorar sus traumas, en vez de tomar el protagonismo en la cinta, cosa que según estos expertos no era una cualidad del personaje, que siempre buscaba estar a la sombra de los acontecimientos.

Incluso Peter Stormare en su papel de Satanás, se queda corto y no muestra las cualidades que uno espera ver de la máxima concepción del mal, también el actor Djimon Hounsou hace una aparición poco afortunada como "Medianoche", papel que no le permite demostrar su talento histriónico que quedó bien demostrado en filmes como "In America".

Rachel Weisz en su doble rol de las hermanas gemelas Angela e Isabel Dodson, logra destacarse entre las grises interpretaciones de todo el elenco, y que sin querer se lleva la atención del espectador, porque llama la atención mucho más que cualquier demonio, ángel o humano de la cinta.

Sin duda el director Francis Lawrence no se preocupó por explotar el talento de los actores bajo su mando, quienes han demostrado en anteriores trabajos, que pueden interpretar de muchas maneras a cualquier personaje.

Como ya es un hecho que se haga una segunda entrega de Constantine, se espera una mejor producción que cumpla con su función principal, que es entretener y complacer aunque sea a la mitad de las personas que van a verla a las salas del cine.