25.9.07

María Cecilia Cubillán Hidalgo: La pasión flamenca hecha mujer



María Cecilia Cubillán Hidalgo es música, toda ella es un lenguaje en notas y compases; una hermosa dama que respira el arte flamenco, el cual lleva en sus venas y lo acentúa con los caracteres de su alma; su sonrisa es como una bulería, su mirada es una cantiña, su voz es un fandango, su andar suena a castañuelas y sus movimientos son tan elegantes como los de un torero cuando embiste a una fiera embravecida en medio de la arena.
María Cecilia es una exponente de la mujer venezolana de hoy en día, una fémina que no le teme al porvenir y se traza su propio sendero, porque como dijo el poeta español Antonio Camacho "caminante no hay camino, se hace camino al andar, al andar se hace camino, y al volver la vista atrás, se ve la senda que nunca se ha volver de pisar".

Un día de diciembre
Esta linda joven de tez almendrada nació en la ciudad de Valencia un 5 de diciembre de 1985, y a pesar de que hoy cuenta con 21 años de edad, ha hecho un largo camino en el mundo de flamenco, teniendo en su haber más de una década de bailes y compromiso con este arte.
A los cuatro años inicia el testimonio de sus pasos y comienza su formación en el Hogar Hispano de Valencia, bajo la tutoría de Maricruz del Sacromonte y José Blanco, quienes guiaron todo su aprendizaje por un lapso de 16 primaveras.
Durante su vida se ha dedicado a mejorar sus destrezas y es por ello que recibió clases de profesores como Javier Trujillo, Julia Españoleto, Verónica Gómez, Gitana e Inés Mary, Diana Patricia Cubillán Herrera (La Macarena), el "Gollo" Reina, Daniela Tuges y Carlos Rodríguez quien es director de Ballet Nacional de España.
Durante ese tiempo, la protagonista de esta entrevista perfeccionó su calidad como bailaora y recibió el testigo para pasar de ser alumna a profesora cuando apenas contaba con 10 años de edad.
A partir de ese punto en su historia, María Cristina Cubillán adoptó una nueva pasión, la enseñanza, la cual impartió desde su primera oportunidad con gran profesionalismo y sacó a relucir la cronista que lleva en su sangre y en medio de sus clases de baile, aprovechó la oportunidad para mostrar la historia del género musical milenario a todos sus alumnas de la academia.

Aires de septiembre
Luego de esta etapa, María Cecilia se hizo cargo de la Escuela de Flamenco del Polígono de Tiro de Valencia entre los días de diciembre de 2004 hasta junio de 2005, constituyéndose este hecho como uno de los primeros peldaños que le tocaría vivir para lograr un gran sueño, tener su propia academia.
Cuando el calendario marcaba el 29 de septiembre de 2005, María Cecilia, abría las puertas de su propia academia, la cual bautizó bajo el patronímico de "La Romería", contando en la actualidad con casi un centenar de alumnas.
Junto a "La Romería" ha formado parte del espectáculo de la cantante Rosario Flores en la ciudad de Valencia y también se ha convertido en una referencia en las ferias internacionales de la capital carabobeña, organizadas por la alcaldía de este municipio.
Ella tiene presente un par de axiomas, el primero es la defensa del flamenco clásico y la necesidad que sus alumnas conozcan de la historia de este género musical que forma parte de la historia de la humanidad .
El segundo de los puntos que defiende esta señorita, es que para este arte no hay género que se imponga, ni fechas de nacimientos o criterios de ninguna índole, porque para ella esta música es universal que ama a todos por igual de una manera casi omnipresente.
A su juicio la música que baila con maestría es un altar donde se pueden expresar todos los sentimientos, es un duende que invade los sentidos, una válvula de escape maravillosa, un recordatorio de vida, un manantial que nunca deja de fluir.
María Cecilia es una fiel hidalga, defensora de lo que la apasiona y una gestora de descubrimientos, una valenciana que se ha destacado en el baile y en la enseñanza, una venezolana que no para de nacer y de mostrarle al mundo que querer es poder y que no hay meta inexpugnable cuando se tiene un corazón enorme, una familia maravillosa y la certeza de que toda conquista es posible, con la mejor de las constancias y la certeza de, emplear todo su cariño en las cosas que más ama.

24.9.07

J.C. en los controles y 34410 al aire


Valencia como toda ciudad es una colmena de historias, las cuales pueden estar sazonadas con todo tipo de sentimientos y vivencias.
En la epidermis de concreto de la capital carabobeña, hay varios hechos que merecen salir a la luz pública, por lo interesante de sus bitácoras y sin embargo se quedan en silencio, víctimas del olvido, como fragmentos de cromos en el álbum de la memoria de quienes la protagonizaron.
Xtensión es una banda de rock de Valencia y sus producciones discográficas han abierto senderos para relatar con su música algunas de esas historias que tienen como epicentro nuestra ciudad, usando como escenario el poder de sus líricas y la fuerza de sus notas.
En el mes de julio de 1996 se forma esta banda con la presencia de Freddy Almarza en la voz y la guitarra; Marco Ardón en la ejecución de la batería; Luis Miguel Leal tocando el bajo; y Francisco Malpica al mando de los teclados.
Poco a poco esta inquietud se convirtió en un verdadero laboratorio musical y de ahí fueron naciendo vivencias, canciones y una historia que comenzó con muy bien pie.
A finales de ese año participaron en el Festival Underground de Nuevas Bandas de Valencia, donde se llevaron el primer lugar por su versión de una canción de la banda U2, "I still haven`t found what I`m looking for".
Ese fue el punto de partida y a medida que los años bajaban su telón, la banda aumentaba su experiencia y con ello, abrieron conciertos para Frank Quintero, Yordano y Pablo Milanés, este último en el Forum de Valencia.
También en este camino se dieron adiciones y fueron entrando nuevos miembros, dándole nuevas sonoridades a este grupo, como son los casos de Abigail Leal como voz, flauta y coros; Tomás Castillo como violinista (hasta mediados de 2007); Henry David Leal en la percusión (salió de la banda en el 2002) y María Gabriela del Corral como cantante (se desincorporó en 2006).
También se cuenta con los músicos invitados Adrián Zabala en la guitarra eléctrica; Ernesto Gilmond en los coros y guitarra acústica, Olga Núñez, coro y voz.

Amor, ondas hertzianas y la torre Eiffel en la Autopista del Este.
Su nueva producción se titula 34410 y se pone su mejor traje de calle y se engalana para narrar historias de amor, de un sentimiento universal que nace en las cabinas de radio o en las aceras que besan los pasos de regreso a casa.
El primer corte promocional es el que le da el nombre a la producción cuenta la historia de una profesional de las noticias comentadas en frecuencia modulada y de su matrimonio; un encuentro bautizado por las cómplices ondas radiales y la intimidad de un micrófono.
"Oye" es el segundo corte promocional de este álbum y se centra en la conversación de dos amigos y del momento triste que pasa uno de ellos.
En la letra de esta canción se plantea la interacción de este par de personajes, uno relatando sus penurias y el otro mostrándole las salidas a sus dilemas; una situación que pasa con frecuencia en la vida de casi todos y a pesar de que la misma puede pasar desapercibida, no hay duda que gracias a ella, se han construido futuros y se han transitados nuevas rutas, gracias al consejo de un buen amigo o amiga, según sea el caso.
"Valencia ya es París" es una balada que describe la metamórfosis de la ciudad industrial de Venezuela y cómo en un día de los enamorados cambia su apariencia para darle albergue a cientos de personas llenas de ese sentimiento en ese momento, siendo un escenario ideal, casi parisino, pero sin perder su identidad, tan particular.
"Así es mi país" es una canción con contenido social que se concentra en la situación que vive la nación actualmente y de como entre hermanos de feudo está naciendo una división infranqueable, una visión algo sosegada pero clara en su propósito de denunciar esta problemática.
"Después de Verte" lleva a los oídos la situación de un joven que mantiene una relación de amor con una chica y tiene que enfrentarse a la ausencia de vehículo propio.
Mientras que este personaje camina, se llena de amor y mientras sus pasos besan el concreto, recuerda los momentos especiales que ha vivido con esa persona y mientras anda hacia su destino los usa como una especie de banda sonora para la ruta del día a día.
El resto de los temas son fragmentos del subconsciente colectivo que reina en cada una de las ventanas de una urbe como la nuestra, las cuales conforman todo un viaje de sonidos para ajenos y propios.
La evolución musical de Extensión es evidente y la propuesta de 34410 es poderosa, que no tiene nada que envidiar a muchas bandas del género en todo el mundo.
Esta producción está bajo el sello disquero de ERRE & TE RECORDS y está a la venta en las principales discotiendas en el país.
Esta placa es una gran opción para los amantes de la música y para quienes buscan nuevos sonidos en un mercado que desgraciadamente se ha vuelto algo monótono.
Quien adquiera este CD no se sentirá decepcionado, porque tiene grandes cortes musicales, buena letra y muy buena presencia gráfica.
Xtensión es una banda que sin duda dará mucho de que hablar dentro de poco, por su calidad y por el afán que ponen cada día en mejorar su arte y traer el mejor de los mensajes.

18.9.07

Edgar Ramírez y el ultimátum Bourne


Juan Pablo Valero

Llega a las gran pantalla la supuesta última entrega de la saga de Bourne, llamada "The Bourne Ultimatum" y en esta ocasión esta película trae un sabor criollo al contar con el actor venezolano Edgar Ramírez en el papel de Paz, la némesis del protagonista.
Cuando se estrenó la primera parte de esta película en el año 2002, pasó discretamente por la taquilla americana y semanas después, cuando la cinta fue al mercado del alquiler, se convirtió en la más rentada del año e incrementó las ganancias notablemente, cuando todo el mundo pensó que iba a salir por debajo de la mesa.
Con este éxito, la secuela no se hizo esperar y en el año 2004 se estrenó "The Bourne Supremacy", que se convirtió de inmediato en un éxito de taquilla y por eso se comenzó a trabajar rápidamente en lo que sería el cierre de esta saga.
En la segunda parte Jason Bourne (Matt Damon) había acabado prácticamente con sus enemigos y por eso era necesario renovar este departamento antagonista, por lo que se consiguió un par de actores para que llenaran este espacio muy bien.
El nominado al premio de la academia, David Strathairn, es el encargado de mover los hilos de la CIA para detener al protagonista y, sin duda, este actor se luce en su rol de malvado de escritorio.

VENEZUELA PRESENTE
Por su parte, el actor venezolano Edgar Ramírez es el encargado de hacer el trabajo sucio y es quien tiene que enfrentarse frente a frente con Bourne, siguiendo órdenes directas de gente que nunca ha visto.
Edgar Ramírez interpreta a Paz, un asesino a sueldo que es igual a Bourne ya que es parte del experimento conductual que creó esta legión de agentes desalmados, los cuales se verán en peligro con el nuevo estatus del pionero de este programa, quien corre por su vida y por develar el misterio que se cierne sobre él.
No es la primera vez que el protagonista de "Punto y Raya" se luce en una producción americana; de hecho, anteriormente había protagonizado el largometraje "Dominó" al lado de Lucy Liu, Keira Knightley, Mickey Rourke, Jacqueline Bisset, Christopher Walken, Mena Suvari, bajo las órdenes del director Tony Scott, el mismo realizador de títulos como "Top Gun", "Man of Fire", "Crimson Tide" y "Deja Vu" entre otros.
En esta cinta él entra en la historia del celuloide americano al decir una gran cantidad de groserías en español y, aunque no hay conteo sobre el particular, es de suponer que debe figurar entre los papeles más oprobiantes en la lengua de Castilla, en alguna película "Made in Hollywood".
Pero en esta ocasión, Ramírez demuestra por qué es uno de los mejores actores del país y se viste en la piel del personaje, dándole una gran credibilidad y protagonizando una de las mejores secuencias de acción a bordo de vehículos del año.
Pero su paso por la Meca del cine no se detiene y ya se tiene programado el estreno del filme "Vantage Point" en el 2008, el cual se centra en el intento de asesinato de un presidente americano en España. En esta ocasión compartirá con actores de la talla de Dennis Quaid, Forest Whitaker, Sigourney Weaver y William Hurt.

Greengrass repite como director
Por su parte, Paul Greengrass repite como director y hace un gran trabajo al mostrar esa complicada historia y al hacer los respectivos enlaces con los filmes que le anteceden para no confundir al espectador, aunque es recomendable para quienes quieran ver esta película que repasen las otras dos y así van preparados para este cierre de la saga.
En líneas generales, la tercera parte de las aventuras de Jason Bourne es una gran película de acción y espionaje, con secuencias repletas de adrenalina y casi todas las respuestas para los seguidores de esta serie de largometrajes.
En esta cinta se cierra un ciclo y literalmente crea una forma narrativa circular, porque el fin de la misma se empalma con el inicio de la primera presentación en el 2002, al menos visualmente.
A pesar de ser vendida como el fin de estas películas, los guionistas y el director aún dejan algunos cabos sueltos y con ellos se crea una excusa perfecta para proseguir con este personaje, aunque ya no podrían justificar un nombre parecido a las anteriores entregas, al menos que hagan una precuela.
Esta trilogía es extraña, porque va de menos a más, y a medida que van saliendo entregas, se van mejorando todos los apartados de la misma.
En esta ocasión, esta película es la más redonda de todas; salva casi todos los defectos de las anteriores entregas y por eso es una buena alternativa para ver en las salas de cine.
El montaje es el departamento que ha presentado una mayor evaluación, haciendo esta vez un trabajo de tal precisión que parece cortado con bisturí y con planos cortos y tomas de cámara en mano se logra meter al espectador en la acción.
Bourne ha cambiado, sin querer, este tipo de películas porque, sin contar con un auto equipado con todos los aditamentos ni tener a una mujer de sueños, ha afectado hasta el propio Bond, quien en su última entrega "Casino Royale" se muestra menos glamoroso y más humano, no siendo casualidad que esta entrega del mítico espía inglés haya sido la más taquillera de todas las que llevan el número 007.
Los amantes de la acción encontrará buenas secuencias de persecuciones, disparos, excelentes peleas y una alta dosis de conspiraciones encorbatadas. En resumen, una cinta para sentarse a disfrutar en el cine.

Los pecados de "Senderos de Gloria"


Un disparo y la caída pocos segundos después del archiduque Francisco Fernando, heredero del trono del Imperio Austrohúngaro, fue el detonante de la Primera Guerra Mundial, un conflicto que causó la muerte de millones de personas en el viejo continente y que pasó a la historia como uno de los períodos más oscuros de la humanidad.
En este conflicto bélico nacieron historias que hoy se recuerdan como una leyenda, donde abundan los héroes, los villanos y los caídos; las cuales han sido llevadas a la gran pantalla en varias ocasiones y por eso se trató de repetir sin éxito esta formula en la cinta "Flyboys" o mejor conocida en Venezuela como "Senderos de Gloria".
Este filme se centra en la discreta participación de jóvenes de Estados Unidos en esta guerra en la Escuadrilla Aérea Lafayette, un hecho verídico pero poco trascendental en la resolución de este período negro y gracias a eso se da el primer error de la cinta, que es tratar de hacer una gran cosa, algo que en realidad no lo fue, con la finalidad de realzar el sentimiento de heroísmo del país americano y así convocar a muchos cinéfilos a las salas de proyección.
Este largometraje costó 60 millones de dólares y apenas recaudó 13 en su jornada de estreno en el año de 2006; levantando posteriormente vuelo en el mercado de los alquileres y ventas, hecho que evitó que sus creadores se fueran con las tablas en la cabeza, pero que catalogó la vida comercial de esta propuesta como un fracaso.
Casi todo el presupuesto se fue en las batallas áreas, que sin duda son lo mejor de la película y que será del agrado de los amantes de los efectos especiales y de los enfrentamientos de aviones; pero el resto es algo bastante lento y sin sentido, con actuaciones dudosas y poco énfasis en los aspectos que deben estar presentes en una buena dirección.
Como casi todo el dinero se fue en los efectos especiales el elenco se basó en desconocidos actores, entre los cuales destaca James Franco (el mismo de la saga de Spiderman) y el actor francés Jean Reno, constituyéndose en una dupla poco atractiva que aunque tiene la responsabilidad de salvar al filme a nivel de actuaciones, no lo hace y la culpa de todo esto es del director Tony Hill, quien no asumió este proyecto como una ambientación del año de 1916 y eso generó fallas muy graves que dañaron a toda la cinta.
Si se quitan las batallas en el aire, sólo queda una serie de clichés con unos personajes que afrontan tontamente sus conflictos que pasan del racismo, el desprecio de los padres, el fracaso económico y el miedo a morir en combate.
Lo peor de todo es el romance del piloto Rawlings (Franco) y una linda francesa (Jennifer Decker), que genera al menos 50 minutos de metraje que no se necesita, especialmente por el final de esa historia de amor tan abrupto y surrealista, a tal punto que raya en lo ridículo.
En cuanto a los enemigos de los americanos en el aire, son un par de alemanes que de una manera casi fantasmal aparecen en la cinta para asesinar a muy pocos miembros del elenco, este par de personajes muy mal caracterizados son los únicos que dan medianamente algo de tensión a la trama aburrida de este largometraje.
En la persecución de este par de combatientes germánicos se centra la razón de ser de los pilotos americanos y eso aleja a estos personajes de la verdadera razón de su presencia en Francia, que era participar en la Primera Guerra Mundial y tratar de ayudar a ese país, mientras que su nación de origen salía de su letargo y entraba de pleno a esta batalla global.
Otro aspecto negativo es la predisposición del equipo realizador de suavizar la guerra, con secuencias donde casi todos son afortunados y los que no corrieron con esa suerte, perecen de una manera tan discreta, que parece una cinta hecha para todo público, cosa que le resta credibilidad a los amantes del género bélico.
"Flyboys" o "Senderos de Gloria" es la típica película que podrían pasar a primera hora de la tarde en los canales nacionales, que sirven para entretener al público un rato y luego pasar a la galería del olvido, ya que no tiene nada de trascendental y lo único que puede ofrecer al público son algunas secuencias atractivas de batallas en el aire de una Europa dividida.
Los amantes de los efectos especiales y de secuencias de acción, podrían tratar de conseguirle un sentido a la inversión de comprar una entrada en el cine para ver esta cinta, el resto de los asistentes podrían sentirse estafados por esta proyección, porque al salir de las salas ya comenzarán a olvidar lo que vieron, porque al fin de cuentas no vale la pena.
Para darle algunos puntos a favor hay que decir que la edición de sonido es impecable y que las batallas de los aviones se realzan gracias a este rubro técnico.
La cinematografía es muy básica y no aprovechó el argumento para poner ante los ojos de la audiencia un verdadero espectáculo visual, siendo más que obvio en la escena del enfrentamiento de París, donde no se hizo juego con los descomunales decorados de la ciudad de las luces.
La banda sonora tampoco se destaca y la música incidental no se destaca en lo absoluto.
"Flyboys" está en los clubes de alquiler de películas en DVD desde hace meses y es aquí donde podría ser una opción para llevarla dentro de un paquete de varias películas, para pasar un fin de semana en casa viendo largometrajes, pero lejos de eso, esta producción sencillamente pasará por los senderos del séptimo arte sin pena ni gloria.

3.9.07

Mr. Brooks


Desde las sombras de sus pensamientos emerge el señor Brooks y en total calma lo espera su otro yo bautizado con el nombre de Marshall, quien ya tiene todo planificado para lo que será otra noche repleta de muertes, disparos, sangre y todo un ritual para eliminar las pruebas de esas andanzas bajo la indiferente luz de la luna.
Nadie pudiera ver que detrás de las gafas del señor Brooks hay todo un averno de bolsillo, por el contrario, es el modelo de un empresario exitoso, quien regresa a la comunidad muchos de sus ingresos para tratar de colaborar con todos los que pudieran necesitar una ayuda y por esa cualidad es designado el hombre del año.
En el otro lado de la balanza se encuentra la detective Tracy Atwood, una mujer que lo tiene todo menos lo que más quiere. Ella inicia este largometraje sumida en dos batallas, la primera contra su ex esposo, quien intenta dejarla en la calle en medio de un amargo proceso de divorcio y la otra es su obsesión de encontrar al misterioso asesino que tiene años acabando vidas, sin dejar una sola pista para seguir.
La ecuación sacra y perfecta del señor Brooks y su mitad diabólica, Marshall, se trastoca por un pequeño error que genera un testigo que se hace llamar sencillamente Smith, quien, lejos de llevarle esa información a la policía, decide jugar con fuego al pedirle al despiadado asesino ser parte de su sangriento rompecabezas.
Pero los problemas de este misterioso y dual personaje no terminan con la aparición de este personaje, ya que se percata de que su pequeña hija adolescente es portadora de sus genes homicidas y tendrá que colocar todos estos factores dentro de una balanza y tomar una decisión polémica para salvar a su familia, aunque eso signifique acabar con todo su esquema y poner bajo tierra a su lado oscuro llamado Marshall.
Esta película, que se estrenó en los Estados Unidos el 1 de julio del presente año, cuenta con la dirección de Bruce Evans, un nombre relativamente poco conocido en la Meca del cine, pero que hace un magistral trabajo en la construcción visual y en la redacción del guión de este largometraje, con un personaje central contradictorio ya que contiene en todo momento una característica plural y por eso puede resultar seductor, increíble, apacible, interesante, retorcido, mortal, despiadado y despojado de toda moral al mismo tiempo, sin perder la atención en ningún momento de quienes pudieran ver este filme.
Evans es conocido por su participación en comedias familiares en su rol de guionistas y, de hecho, tiene consigo una nominación a los premios de la academia por su trabajo en "Stand By Me" en 1986 y por eso resulta llamativa la concepción de esta nueva historia, porque se aparta radicalmente del sendero que había construido como profesional del séptimo arte.
La escenificación de Marshall es excelente y el actor que la concibe es sencillamente el ideal, porque se trata de nada más y nada menos que de William Hurt, el mismo histrión que en la edición pasada de los premios de la academia recibió una nominación por tan sólo una participación de menos de 11 minutos en una película de casi dos horas de duración.
De Hurt es la voz que le dice al señor Brooks las cosas que debe hacer y, en el celuloide, a diferencia de otras películas que tocan esta perturbación de la personalidad de un asesino, no son palabras en un tono desagradable que hacen retorcerse al hombre del gatillo en medio de un chiquero; esta vez es una entidad completa que se comunica con su morada humana y, de la manera más sosegada posible, le indica los pasos a seguir y por eso se muestra como un entrañable amigo imaginario con el cual se generan macabros diálogos en los cuales la vida de un desconocido siempre está en juego.
Por su parte, Kevin Costner se sale de los papeles a los que tiene acostumbrados a sus fanáticos y escenifica a un despiadado asesino, un complejo ser que disfruta al accionar un gatillo y ver cómo la vida de otro ser se escapa frente a sus pupilas.
A pesar de que este actor es prácticamente enmarcado en roles benévolos, se luce en la interpretación de este personaje, lográndolo de una manera muy convincente, demostrando que es uno de los grandes actores que existen en la actualidad en Hollywood.
Demi Moore es la encargada de ser la némesis del señor Brooks y su mitad asesina, haciendo un papel quizás irónico, porque puede interpretarse como una burla a su vida ampliamente conocida por los medios de comunicación y quizás haya sido un atractivo a la hora de aceptar ese papel.
Otro rol que pudiera ser contradictorio es el de la actriz Marg Helgenberger, famosa por ser la CSI Catherine Willows, quien en esta oportunidad da vida a Emma Brooks, la esposa del asesino, quien nunca se da cuenta de nada y no se percata de ninguna evidencia que pudiera conducir a la conclusión de que su esposo es alguien que se escurre en la noche para llevar la muerte a domicilio.
Una mención especial merece la joven actriz Danielle Panabaker, quien hace de hija de los Brooks. Tremenda interpretación logró en esta oportunidad y es por ello que no sería extraño concluir que se pudieran ver en un futuro cercano nuevos aciertos actorales de esta novel figura del celuloide.
"Mr. Brooks" representa un claro mensaje sobre una sociedad repleta de caretas, dentro de las cuales se puede esconder una jauría de demonios o una cofradía de ángeles, porque, en casi todas las ocasiones, las apariencias engañan.

En ausencia de adjetivos


Ante la presencia del doctor Enrique Tejera París no es difícil quedarse sin adjetivos; no es porque esta persona no se los merezca, sino por el contrario, resulta complicado conseguir alguno que pueda calzar con todo lo que ha hecho este venezolano universal.

A pesar de que nuestro invitado a lo largo de su vida se ha encargado de colocar algunas tildes y puntos en la historia de Venezuela en aquellos fragmentos que apenas se esbozan en conjunción pasada y que sin duda pronto formarán parte de la memoria colectiva, nuestro invitado no deja de vestirse con un traje de sencillez y ejecuta a la perfección el arte de las respuestas sin darle importancia a la naturaleza de la pregunta, siempre con un verbo elegante, cándido e impregnado de ese humor tan propio de su gentilicio.

Su padre fue el doctor Enrique Guillermo Tejera Guevara, un ilustre médico carabobeño, quien fue héroe de una Venezuela que se levantaba de las montoneras, un hombre que hizo de la ciencia su legado y conquistó la eternidad con su sabiduría, siendo el responsable de muchos alumbramientos que sacaron a este país de la oscuridad de la incertidumbre para llevarlo al umbral del conocimiento.

Cuando su padre trabajaba en los campos petroleros en el estado Zulia y su madre, Valentina París, estaba en estado, se tomó la decisión de que su lugar de nacimiento fuera Caracas. Y así su progenitora viajó en mula, tren, una pequeña embarcación y otra de gran tamaño en la cual llegó al puerto de La Guaira y, por último, los caminos pertinentes que le llevaron a La Pastora, lugar donde nació.

El primer capítulo de la vida de este hombre que heredó el nombre de su padre y su abuelo, mostró lo que sería el futuro de este hombre Porque desde antes de su primer día en la residencia del planeta tierra, ya estaba bañado de meridianos y paralelos, de puertos que recibían a todos con los brazos abiertos y una muestra de cada rincón de su país, terruño que nunca abandonó su corazón cuando años más tarde hizo su labor en varias esquinas del mundo.Se confiesa un hombre feliz y abre la bitácora de sus recuerdos para mostrar instantes de su vida y recordar a compañeros de clases, quienes también se ganaron su espacio en la historia vernácula; de las luces de París cuando fueron captadas por sus pupilas que aún no alcanzaban la adolescencia, y de aquel avión que perdió, y del camino que ante él se abrió casi de inmediato, un sendero que le cambió la vida.

Enrique Tejera París, quien de adolescente fuera Presidente del FCU como sucesor de Jóvito Villalba y de Raúl Leoni, el mismo que cayó preso por un apasionado discurso y escribiera un libro dentro de la cárcel, estaba en Chile como representante de las Naciones Unidas cuando se encontró con quien sería el amor de su vida y, luego de una charla, una conferencia y una cena propiciada por un rector, nació una historia de amor que tiene ahora 50 años.

A partir de ese instante, su esposa se recubrió de una bandera que para ese entonces tenía tres franjas y siete estrellas, para convertirse en una venezolana de pura cepa mientras que el compañero de toda su vida comenzaba un camino en donde, ante la ausencia de un adjetivo para arroparlo, conquistó el agradecimiento de muchos y llegó al pedestal de los valientes que nunca tuvieron miedo de pensar y hacer lo que nadie se imaginó para cambiar al mundo.