27.2.05

Un documental de proporciones épicas

Juan Pablo Valero

EN PRIMER LUGAR es necesario sacar al público de su engaño, porque Super Size Me, no es una película de proporciones épicas, ya que es un documental. Se hace esta aclaratoria porque muchas veces el público sale decepcionado porque entró a ver una cosa y resultó ser otra.
Super Size Me, es un trabajo audiovisual detallado sobre la obesidad en Norteamérica y el impacto de una importante cadena de restaurantes de comida rápida en la salud del individuo y en los hábitos alimenticios del llamado "pueblo americano".

Morgan Suprlock es el director y guionista, quien debutó con buen pie porque se ha convertido ya en una figura mundial por los alcances de su investigación y sus repercusiones que tuvo en el mundo de la "comida chatarra".

Suprlock se sometió a un experimento algo inusual, alimentarse por un mes, exclusivamente del menú de McDonalds, aceptando siempre el combo Super Size (el tamaño más grande que está disponible), para ello consultó a un cardiólogo, un médico general, una nutricionista y a una gastroenteróloga, quienes coincidieron que el paciente comenzó en un estado de salud óptimo e incluso se podría catalogar de envidiable.

El joven director decidió poner en marcha el alocado proyecto, cuando vio en televisión el caso de dos jóvenes que demandaron a la cadena de Ronald McDonald, a la cual culparon de su obesidad.
Esta producción que apenas costo 300 mil dólares, ha recaudado más de 40 millones tan sólo en los Estados Unidos y amplía el panorama de realizadores que aparentemente estaba dominado por Michael Moore.

En el documental se ven muchas cosas interesantes, como la ausencia de información por parte de las cadenas de comida rápida al cliente, en cuanto al valor nutricional de los productos que venden en los establecimientos.

Un mes bastó para que la salud de Spurlock colapsara y raíz de esto, se convirtió en un ferviente detractor de la comida chatarra, pero sin hacer llamados a soluciones drásticas, por el contrario usa campañas informativas para que las personas conozcan el impacto de lo que come en su organismo.

En una entrevista dada por Suprlock al Diario La Nación en Argentina, señaló que "la fast food, atrae porque es barata, rápida y satisface ciertas demandas de nuestro organismo. Esa comida tan abundante en grasas, en azúcar, en cafeína y en sodio es algo que el cuerpo reconoce y demanda, por eso volvemos. Pero no tomamos conciencia de las consecuencias que produce en el mediano y el largo plazo. Además, están por todos lados, no hay posibilidad de escapar".

Al consultarle sobre su ataque a McDonaldÏs,. Spurlock respondió "me interesa señalar que mi película no está hecha contra McDonald's en particular. Elegí a esa compañía porque es un ejemplo del modo norteamericano de vivir y de comer y de cómo ese sistema logró globalizarse al punto de que usted puede estar en Nueva York, en Sydney, en Tokio o en Buenos Aires y las cosas no cambian. Así como esta modalidad se apoderó de mi país, también está apoderándose del suyo".

El director luego de esta aventura mantiene su buen humor y ha declarado en diferentes medios de comunicación social, que no despreciaría a una hamburguesa de queso, siempre y cuando sea hecha en casa.

Si usted le ha gustado los documentales que se han presentado últimamente en las salas de cine y le encanta ver un trabajo real, lejos de las leyes de la ficción, Super Size Me, es una gran opción, porque sencillamente es un documental de proporciones épicas.


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