8.5.05

Se desata el terror


Juan Pablo Valero

SI USTED es una persona que le gustan las películas serias y con trama, si ha visto todas las cintas de Hilary Duff y Lindsay Lohan, si es fanático de los filmes ganadores de premios de la Academia, si sufre del corazón, detesta ver muertos y critica la sección de sucesos de todos los diarios, Masacre en Texas no es una película para su consumo.


Si, por el contrario, ha visto todas las películas de Jason y Freddy, antes de que los dos se juntaran en ese filme para olvidar; le gustan las cosas fuertes y no tiene inconvenientes a la hora de ver muertes en la gran pantalla, Masacre en Texas es una opción válida, una película que regresa al terror del pasado y revive una película que tenía años silenciada.


La historia está ligeramente basada en los crímenes de un asesino de los Estados Unidos, llamado Ed Gein, quien en los años 50 atemorizara el sur de dicha nación con sus crueles crímenes, que se caracterizaron por convertir a sus víctimas en macabras obras de arte.
Este asesino fue conocido como el Caníbal de Wisconsin, quien confesara en más de una ocasión sus fechorías, pero que desafortunadamente nadie le creyó. Sus hábitos de canibalismo y necrofilia sirvieron para inspirar al personaje de Norman Bates y al asesino en serie del largometraje El Silencio de los Inocentes.


En esta versión, el director Marcus Nispel, hace un "remake" de una película que lleva el mismo nombre, la cual se estrenó el 1 de octubre de 1974, y que luego de 30 años ha sido pionera de los asesinos enmascarados que destrozan a sus víctimas y las desaparecen como por arte de magia.
Sin duda, Nispel no superó a su antecesora en casi ningún aspecto, pero tiene el mérito de traer a las nuevas generaciones el clásico de terror, lo cual ha hecho posible que muchos espectadores busquen en su club de vídeo la película original.


Esta película comienza con el regreso de un grupo de amigos en una camioneta, quienes vienen de un concierto de rock en el vecino país de México.


En medio de la vía se encuentran con una mujer perturbada, que a medias les dice que ella no puede escapar del mal y por eso decide algo que sin duda impresionará al más duro de la audiencia.


A partir de ese momento, estos jóvenes se topan con una serie de pueblerinos, que poco a poco se irán convirtiendo en la "piedra de tranca" que los llevará hacia las manos de un despiadado asesino, que no tendrá compasión a la hora de matar.


La protagonista del filme, llamada Erin (Jessica Biel), viaja con su novio y tres amigos hacia un destino mortal; ellos en su totalidad desconocen que a pocos kilómetros la policía se trasladó a un tétrico sótano, donde encontraron una gran cantidad de cadáveres y que en medio de la investigación fueron atacados por un desquiciado.


El resto de la película se basará en una persecución, donde poco a poco los jóvenes van cayendo en la sierra de su cazador, y cada una de las muertes es llevada a la pantalla sin ninguna finura y sin dejar nada a la imaginación.


Al consultar las opiniones de los fanáticos del terror clásico, pude constatar que consideran que este filme es uno de los peores de todos los tiempos, al igual que todas las películas nuevas como El Aro y Misteriosa Obsesión.


En contraparte revisé la opinión del espectador promedio a través de varias páginas de Internet y encontré un fenómeno contrario, donde la mayoría expresó su complacencia con esta cinta.
En mi opinión muy particular, no se podría juzgar este filme como algo clásico, porque está hecho en estos tiempos, y aunque retoma el estilo visual de las películas de los 70 y 80, nunca deja de ser un producto de nueva factura.


Para el público ha resultado impactante, porque en estos tiempos se ha perdido la capacidad de asombro, y ante la crudeza de muchos hechos de la actualidad, los filmes se quedan cortos. El director creó esta película bajo una óptica muy mórbida, que hará fruncir el rostro a más de uno.
En la mayoría de las escenas se usa un humor negro, donde jugar con cadáveres en estado de descomposición es el pasatiempo preferido de más de uno de los personajes.


La protagonista, Jessica Biel, sin duda ha tratado de alejarse de la imagen de la "niña buena" que proyectó en la serie de T.V. conocida en Venezuela como El Séptimo Cielo, y por esta razón se ha embarcado en procesos cinematográficos muy distintos a los que la estaban encasillando.
Masacre en Texas le brindó la oportunidad de convertirse en la nueva "reina del grito" (trono que parecía vacío desde la salida de Jamie Lee Curtis), logrando una actuación bastante aceptable y que mantiene al público masculino pegado a sus asientos, por más de una razón.


La cinta, que llegará a la cartelera venezolana en los próximos días, ha logrado muy buena taquilla en los países de habla hispana donde se ha proyectado, a pesar de tener un público muy limitado, y se espera que en Venezuela se repita la experiencia.


Por su parte, el asesino se despilfarra en las imágenes. Realmente el peso se lo lleva la protagonista y no el malo, cosa que en una película de este género es algo bastante extraño. A "Leatherface,", como se le llamaba a este personaje, le encantaba confeccionar máscaras con la piel de sus víctimas y mataba con una poco discreta sierra eléctrica.


DATOS CURIOSOS


- El productor es nada más y nada menos que Michael Bay, el mismo director de Armageddon, Dos Policías Rebeldes II, Pearl Harbor y La Roca.
- La actriz Katie Holmes fue considerada para el papel de Erin.
- Daniel Pearl, director de fotografía en este filme, también lo fue en la versión original de 1974.
- John Larroquette repite como narrador del texto inicial de la película.
- Los nombres de los personajes no coinciden con los de la primera película.
- La película comienza con el final de la primera, es decir, los chicos encuentran a una joven rubia que ha logrado escapar de la familia Sawyer.

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