7.10.06

Elipsis


Juan Pablo Valero

Hay que pensar lo impensable para lograr lo imposible; es una premisa que sin duda mueve a todo el equipo de la película venezolana "Elipsis", un filme que ha logrado lo que para muchos era una utopía hace unas décadas atrás: producir una película con una calidad impecable y con una temática diferente a lo visto anteriormente.
Según la definición de Wikipedia, la elipsis, "es una figura retórica que consiste en la supresión de algún término de la oración que, aunque sea necesario para la correcta construcción gramatical, se sobreentiende por el contexto".
El caraqueño Eduardo Arias Nath, director del filme, ha llevado esta figura literaria a cada fotograma de la historia, trastocando la cronología de los hechos hasta presentarlos en un orden que le dan un nuevo sentido al entendimiento e invita al público a editarlos según sus concepciones personales, enriqueciendo mucho más el producto, porque sale de la gran pantalla y se mezcla con la manera de pensar y de sentir de quien quiera aceptar el reto que le plantean a sus pupilas.
El director es un afamado desconocido porque ha estado detrás de las campañas publicitarias en Internet de películas como "Harry Potter", "Tesoro Nacional", "Buscando a Nemo", "Los Increíbles" y "Monster Inc", por mencionar algunas. Tras el estreno de "Elipsis", este personaje se ha convertido en un componente visible de la historia del cine criollo ya que de alguna manera su producción puede marcar un antes y después en la concepción del séptimo arte trajeado de amarillo, azul y rojo.
Esta cinta trata de los vaivenes del un par de amigos, quienes tienen que experimentar una serie de hechos bastante particulares que demuestran que la vida es una especie de "sube y baja", donde todo es posible y te invita a tomar como bandera aquello que se registra en el refranero popular que indica que uno no debe escupir en sentido ascendente, porque la fuerza de gravedad hará el resto.
Sebastián Castillo, interpretado por Edgar Ramírez, es un personaje que está en la gloria, pero un error en un consultorio odontológico mandará todos sus logros al cesto de basura y tendrá que convivir con sus demonios y fracasos, buscando una salida a sus calamidades.
Erich Wildpret da vida a Galo Vidal, un personaje que experimenta todo lo contrario que su amigo Sebastián, solo que a él se le puede aplicar la frase de la poeta de lo urbano, Laura Alfonso, amiga-hermana con quien sostuve una conversación y sacó a relucir lo siguiente: "me comí todas las verdes y ahora no me caben las maduras".
Con estos protagonistas comparten una gran variedad de actores pero dos en especial tienen un papel primordial como detonantes de todos los acontecimientos que llevan una especie de sello de piel quemada en la frente.
Gaby Espino, para muchos de los asistentes masculinos, tuvo un papel corto pero memorable, al igual que su anterior trabajo en "La Mujer de Mi Hermano"; pero en realidad su labor va más allá de la satisfacción de muchos, porque ella es la encargada de abrir el telón de los cambios en los personajes, al cubrir con sus deseos la brillantez de Sebastián y llevarlo a las penumbras donde arrastrará a sus seres queridos y todos los que se le atraviesen en su camino.
Seu Jorge, actor brasileño de películas como "Ciudad de Dios" y "La Vida Acuática", da vida a quizás el personaje más vistoso de este largometraje llamado "El Coyote", un despiadado narcotraficante que marca a los morosos y los lleva a situaciones apremiantes con un estilo muy particular.
"El Coyote" es el personaje más rico en cuanto a niveles cromáticos, porque en él recaen los mejores encuadres, los cuales lo elevan en una especie de Andre 3000 de Outkast, pero sin renunciar a su esencia de la tierra de la Samba y el Cristo del Corcovado.
El elenco también está conformado por Angélica Aragón ("El Crimen del Padre Amaro"); Dimas González, Jean Paul Lereoux (Ambos en "Secuestro Express"); Rafael Uribe ("Punto y Raya"); Alvaro Bayona (Pastor, de "Pedro el Escamoso"), y las debutantes Marisa Román y Cristina Dieckmann.
"Elipsis" es una muestra de que el cine nacional igualó cada acento de nuestra geografía, gastronomía, la manera de ver la vida por parte de nuestros habitantes; es decir, hay para todos los gustos; por la misma razón usted no puede perderse este episodio de la historia del celuloide venezolano.
Esta película nada tiene que envidiar a las grandes producciones del cine americano; porque quien la vea, al igual que la figura literaria de la elipsis, sabrá que con este filme la historia de nuestro arte está cambiando de residencia a un universo nuevo e ilimitado, aunque eso no esté escrito en ninguna parte

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