3.11.07

El cantante y sus pecados fílmicos


En medio de un laberinto de humo de cigarrillo, emerge la tez pálida de un cantante que está en la cima del corazón de sus fanáticos y del mundo en su idioma, pero que está en las profundidades de su propio infierno.
"El Cantante" es una de la película más esperada por los venezolanos por el gran estima que se le tiene al personaje central de esta entrega cinematográfica, nada más y nada menos que Héctor Lavoe.
Esta película que llega de las manos del matrimonio de Jennifer López y Marc Anthony, complace a muchas personas que quisieron ver la vida de este artista en la gran pantalla, aunque varios errores en la ejecución de esta presentación cinematográfica, desvirtuaron la intención e hicieron posible que se desviarán del camino.
El pecado principal de este largometraje es el incansable afán de exaltar la figura de Jennifer López y eso causó un severo desequilibrio, entre quien debió ser un papel de importancia y el rol que en teoría tuvo que ser el principal, es decir a Marc Anthony en su personificación del "cantante de cantantes".
Si se le hubiera quitado la mitad de los berrinches del papel de JLo, una mujer con el mote de "La Puchi" se pudo profundizar en aspectos de suma importancia en la vida de este cantante que nació en Ponce en Puerto Rico bajo el nombre de Héctor Juan Pérez Martínez.
De hecho desde un mismo inicio se nota como se quedaron por fuera elementos de importancia en la vida del personaje, como la muerte de su madre y su formación como cantante que lo llevó a los escenarios locales a cantar, cuando apenas tenía 14 años de edad.
El asesinato de su hermano, es tímidamente mencionado por el actor que encarnaba a su padre, cuando este trataba de convencerlo de que no fuera a los Estados Unidos a buscar una mejor vida.
Por el contrario se invierte un tiempo enorme en el inicio de la relación de Héctor con "La Puchi", cuando la idea se pudo simplificar de manera extraordinaria, sin que la misma perdiera su esencia. Irónicamente no se incluye a la madre de esta joven, quien como suegra conquisto el corazón del cantante y se convirtió en una especie de madre para él, a tal punto que cuando fue asesinada décadas después, Lavoe, cayó en una de sus más profundas decepciones.
También en la cinta se plantea el inicio de la carrera de este artista, cuando, cantando en clubes locales fue descubierto por la gente de la Fania y se propuso cantar al lado de Willie Colón y su banda, algo que cambio la historia de la música y así este dueto que se conoció como "The Bad Boys", comenzó su escalada a la cúspide de la salsa y de la inmortalidad.
En este particular la película se destaca, recreando el mundo de ese entonces y el arte de las portadas de sus discos de larga duración, de una manera espectacular.
El director cubano también lleva a la pupilas de los espectadores, a "la voz" en medio de un escenario, magistralmente, levantando una serie de emociones a quienes la ven, tanto como a los que vivieron esos momentos y a los que conocieron al cantante por su legado.
Uno de los aspectos más negativos es la actuación de John Ortiz como Willie Colón, y su falta de credibilidad le restó emoción y fuerza a las escenas cruciales que protagonizó con Marc Anthony, especialmente en que esa sociedad se disolvió por los problemas de Lavoe con drogas.
Para muchos fue negativo el enfoque que se le dio a la vida de Lavoe y su acentuación en su adicción a las sustancias prohibidas, algo que no se puede ocultar y representó una de las faces más oscuras del laberinto que llamó a este músico al fin de sus días como ser humano y al inicio de su concepción como leyenda.
En la intención clara de subir a Jennifer López se creó una óptica del esposo abusivo y ella la pobre esposa que sufría a cada momento y por eso se intento justificar lo injustificable, y por eso lo más importante del legado de Héctor quedó relegado a la nada.
Es insólito que se concentrarán tanto en su adicción y no mostraran momentos como su primer salto al vacío en un incendio, la muerte de su suegra, sus años finales en que perdió la voz y era obligado por sus manejadores a presentarse en uno de los momentos más tristes de la salsa en línea generales.
Tampoco se escenificó el impacto de su música a las personas de América Latina y como sus contundentes mensajes salvaron a muchos de caer en la perdición, y le mostraron en camino a parte de una generación que necesitaba una voz que la consolara.
Se hizo referencias muy pobres al accidente mortal de su hijo, al intento de suicidio en Puerto Rico, a la muerte de su padre, al fallecimiento de su suegra y a las razones reales que lo llevaron a quedarse prendado de las drogas, cosa que deja mucho que desear y en ello se radica la crítica de muchas personas a la película.
La actuación de JLo, no es una de sus peores, pero tampoco es extraordinaria y por eso, con el pasar de los años será materia de olvido. Por otro lado Marc Anthony, hace una buena interpretación y logra conectarse con su tarea y en muchas escenas tiene un parecido asombroso con Héctor Lavoe.
Al director cubano León Ichaso, le faltó valor para abordar situaciones difíciles y darle el peso debido a cada uno de los roles, pero al final hace una película que levantará comentarios y será vista, porque viste con un traje de celuloide a la voz que arrulló a un sentimiento, que conquisto titulares de página entera y que estará por siempre en los periódicos de ayer y hoy.

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