20.5.06

Los Proscritos


Juan Pablo Valero

Es inevitable hablar sobre "El Código Da Vinci", filme que se estrenó ayer en todo el mundo, dejando detrás de su estela una serie de comentarios adversos, peticiones de prohibición y mucha polémica.

Para nadie es un secreto que Hollywood en los últimos años ha utilizado las opiniones adversas como un método efectivo a la hora de vender entradas de cine y el reciente largometraje dirigido por Ron Howard no escapa de esta premisa y según los críticos de muchas parte del planeta, es posible que esta película sólo tenga una dimensión controversial que la empujará a vender entradas por doquier, pero que en realidad no será nada para recordar.

Es preocupante que muchos representantes de las nuevas generaciones tomen como real lo expuesto en la obra del escritor Dan Brown, y en la película que apenas acaba de dar sus primeros pasos; primero, porque es una obra de ficción y segundo porque su argumento no es nada nuevo e incluso, formó parte de una de las películas que más polémica generó hace ya varias décadas como lo fue "La Ultima Tentación de Cristo".

Al consultar a un grupo de jóvenes venezolanos, se pudo ver como muchos dan por cierto las teorías de Brown y ven en la película una especie de hecho que cambiará la historia del mundo; hecho que dista mucho de la realidad.

El argumento de que Jesús tuvo relaciones amorosas con María Magdalena e incluso que haya tenido hijos, es una idea increíblemente vieja que ha sido plasmada por libros, películas y hasta documentales de canales científicos, por eso resulta increíble que se le dé tanto revuelo a una historia tan trillada y repetida.

Recientemente el actor Tom Hanks, protagonista de la cinta, señaló en una entrevista que la cinta "El Código Da Vinci" no hay que tomársela en serio porque es simplemente una película de ficción y quizás sea la postura ideal a tomar ante este fenómeno de masas que se escuda en la polémica y no usa los aspectos fundamentales de la promoción de la película como es el caso de la calidad de sus actores y de su director.

Ante tanto revuelo pocos saben del elenco estelar que se gasta la cinta, la cual es estelarizada por Tom Hanks (Forrest Gump, Salvando al Soldado Ryan); Audrey Tautou (Amelie); Ian McKellen (El Señor de los Anillos, Xmen); Alfred Molina (Spiderman 2); Paul Bettany (Corazón de Caballero, Una mente maravillosa); Jean Reno (La Pantera Rosa, Godzilla); y dirigida por Ron Howard (Una mente maravillosa, Apollo 13); sin duda alguna todo "un trabuco" que se pierde en las sombras de la avalancha de críticas hacia esta obra.

De todas las críticas hechas por representantes de la Iglesia en todo el mundo, la más adecuada ha sido la del credo mexicano, cuando el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), José Guadalupe Martín Rábago, llamó a quienes acudan a la exhibición de la película "El Código Da Vinci", a que la vean con actitud crítica e informados de que es ficción; porque el resto de las peticiones de prohibición y las calificaciones de que esta cinta es un ataque al cristianismo, sencillamente se traducirán en la venta de más boletos.

Se puede tomar el caso de Marilyn Manson, quien se autoproclamó como el "anticristo" y muchos grupos religiosos lo atacaron, logrando una enorme cantidad de ventas de sus producciones discográficas; cuando se le restó la atención habitual, sencillamente desapareció de la faz delmundo discográfico.

Molotov, cuando sacó su promocional "El Carnal de las Estrellas", fue vetado por un importante consorcio mediático de la nación azteca, cuyos representantes se sintieron ofendidos por las letras de esta canción, hecho que logró que esta banda de rock, conformada por vendedores ambulantes de tortillas, saliera a las calles a vender su CD, arrojando ventas sin precedentes. Ejemplos como estos abundan en la industria del entretenimiento.

El cine no ha estado exento de prohibiciones y polémicas; producciones como "El Exorcista", "La éltima Tentación de Cristo", "Matrix", por nombrar algunas, han sido prohibidas, censuradas y vetadas en algunos países o, de plano, en todo el mundo.

A diferencia de la actualidad, la película como "La éltima Tentación de Cristo", que en su momento fue fustigada por la Iglesia en todo el mundo, no tenía que esconderse detrás de la polémica para vender, porque sencillamente es una película excelente en su contexto fílmico y con una calidad artística bastante respetable. En la actualidad, cualquier bodrio puede ser catapultado a la estratosfera, sea por un Reality Show o por críticas adversas generalizadas, hecho que representa una espada de Damocles para el género del entretenimiento a escala mundial, cuyos representantes culpan a la piratería de esta debacle, sin saber que los que fallan son ellos mismos al no dejar en el mercado nada que recordar.

"El Código Da Vinci" llega en un excelente momento, cuando sale a la luz el Evangelio de Judas que trata de cambiar su imagen de traidor por la del discípulo más fiel que sin duda será llevado al cine y, gracias a los escándalos, venderá entradas a granel, hecho que se está convirtiendo en algo habitual en el séptimo arte.

Como era de esperarse, las salas de cine de Venezuela se llenaron en la jornada de estreno de "El Código Da Vinci" y a la salida de las proyecciones muchos opinaron que es una buena película de ficción, pero que la misma no les cambió para nada su religión ni su filosofía de vida. En resumen, algo tan inconmensurable como es Dios, tan sublime como es Jesús y tan fuerte como la fe cristiana, no puede ser desmoronado ni dañado por algo tan simple como varios fotogramas "Made in Hollywood".

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