22.12.07

"La vida es un ratico"


"La vida es un ratico" es la cuarta producción del cantautor Juanes y la misma carece de canciones de relleno y abunda en sencillos, que sin duda conforman uno de los mejores trabajos discográficos del año.
Trece temas y un bonus track se conglomeran en este CD, letras que abren los ojos de la conciencia y una música avasalladora, hacen una combinación perfecta.
La canción "no creo en el jamás" es un himno personal que pasa del singular al plural en cada sensación de aliento que transmite para todos aquellos que necesitan vencer sus némesis, clausurar su propia versión de un averno de bolsillo.
Esta canción es un llamado directo a confeccionar todo lo intangible, para conquistar imposibles, un pedido a gritos a buscar la salida a todos los túneles que encierran, a la superación de los obstáculos que nos derriban y secar todas las lágrimas que nos inundan.
"Clase de amor" es una crónica de un desesperado atisbo de una relación en picada, de la caída que obliga a dudar y a pesar del amor presente en cada uno, es necesaria la decisión de tomar cada quien su camino, no si antes dejar la puerta entre abierta.
"Me enamora" es un poderoso primer sencillo que en sí es como el alma del disco, un claro ejemplo de lo que quería Juanes para este nuevo trabajo, una mezcla de rock con elementos de su Colombia natal, con toques retros que la hacen una canción de esas que difícilmente se olvidan.
El vídeo de la canción es hecho por Aggressive (Dan Shapiro y Alex Topeller), quienes han trabajado con artistas como Eminem y The Hives, ellos hicieron posible la realización de un vídeo impecable e impactante, uno de los mejores que se han hecho para un artista "made in Latinoamérica".
"Hoy me voy" toca las despedidas y las añoranzas de lo que nunca se tuvo, de alguien que deposita su amor en otra persona y recibe indiferencia o maltratos. Sus letras siguen el sendero del camino que parte en la entrega y terminan en el adiós, una confirmación del dicho "uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde".
"La vida es un ratico" es la que le da el nombre al álbum, una invitación que da el artista a sus seguidores a escudriñar su vida, un boleto a una galería donde se exhiben cuadros con mensajes contundentes como un iceberg en la Antártida, dejando claro que la existencia es algo finito y que en un abrir y cerrar de ojos, se puede estar en el umbral de la muerte y cuando llegue el momento, es necesario no mirar al pasado, porque siempre se veneró el presente.
"Gotas de agua dulce" es una pegajosa canción pop tropical, de esas que sirven para dedicarlas y a través de ella expresar amor a esa persona especial, cuando se acaban o sobran las palabras.
"La mejor parte de mi" narra esas conversaciones al borde de la almohada, en el silencio furtivo, viendo el rostro de la mitad, de las dudas que se extienden por los pliegues de la cama y de altar invisible que se cierne entre dos amantes, dos novios o dos esposos, cuando el silencio los cubre con su halo.
"Minas Piedras", retoma el primero tema de Juanes "Fíjate Bien" que hablaba de los dispositivos asesinos que durante décadas han borrado sonrisas y han exterminados vidas en todo el mundo y lo conjuga con la esperanza de los descamisados, de los condenados a muerte, de los seres humanos que quieren vivir y reponerse al zarpazo de la muerte. En esta canción hace dúo con el gran artista argentino Andrés Calamaro.
"Tu y yo" es una declaración de amor, una bitácora de una relación, de una textura de recuerdos, de momentos tan especiales que se atesoran en secreto y se viven una y otra vez, como si fuera una película de culto.
"Báilala" suena a la costa de la república Neogranadina, a los tambores con un vaivén oceánico. Un mensaje de paz al ritmo caribe, una invitación a desechar las amarguras para entregarse al son de la misma con total despreocupación.
"Difícil" narra la encrucijada que nace cuando una relación se hunde y se tiene que decidir entre ser un amigo o alejarse de esa persona, muestra el jardín de flores marchitas, abonadas por interrogantes y escenarios mentales de lo que tuvo que ser ese breve espacio con el ser a quien se consideró eterna.
"Tres" tiene toda la yesca colombiana, y a borde de un acordeón, se hace una sentida exposición de motivos, se fija un cartel de sentimientos y se establece una invitación a un carnaval, de esos que hacen entre dos personas.
"Banderas de manos" es una llama en la oscuridad de la intolerancia, un soplo de oxigeno en medio de un asfixiante clima de violencia. La exaltación al factor común denominador que son las manos, parte del cuerpo que sirve para estrecharnos y romper la barreras de la distancia, instrumentos sagrados de iniciación de un cálido abrazo, de las herramientas que nos sirven para expresarnos cuando la voz y los gestos no son suficientes.
Un mensaje de paz que busca acallar diferencias y atar en abismos los sonidos de las armas, de la ignorancia de atacar a otros por ser diferentes. Se cuenta con la colaboración de Campino (Andreas Frege), vocalista de la banda de punk alemana "Die Toten Hosen".
"La vida es un ratico" nació de una conversación entre la madre de Juan Esteban y él, ella haciendo valer su sabiduría ancestral para darle aliento le mencionó esta frase y por eso el artista quiso hacer un recordatorio de la brevedad del aliento vital y de como cada quien debe aprovechar para sembrar presentes, y abolir pasados, porque el tiempo está corriendo.


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