22.12.07

Los embustes de "The Marine"


Llegan a Venezuela las aventuras del héroe fílmico más grande de este año, un ex soldado americano en roles de "Guachiman" que puede acabar con un ejercito de despiadados asesinos sin despeinarse si quiera.
"The Marine" es una recopilación de los embustes más grandes de la historia del cine, a la hora que un protagonista salve a la chica linda, sin recibir disparos, ser quemado por el fuego o ser golpeado de ninguna manera.
El luchador profesional, John Cena, interpreta a John Triton, un ex Marine, que expulsado del cuerpo militar por una actitud heroica no permisada por el mando a quien debía responder en esa misión.
Ese personaje es sencillamente una copia de los roles que llevaron a la fama a los actores de acción de la década de los ochenta, es decir, "The Marine" es una copia al carbón de formulas que ya se habían olvidado.
Este ex soldado desempleado, responde al cliché más absurdo y a un fiel exponente de la Ley de Murphy, porque cuando decide ser vigilante y vivir una vida tranquila al lado de su hermosa esposa (Kelly Carlson) , se mete en problemas en su primer día y se complica y de un día para otro, pasa de ser el tranquilo celador, para ser un desesperado esposo que busca liberar a su mujer de una banda de asesinos entrenados y dispuestos a todo para lograr su misión y llevarse el dinero de un millonario atraco.
Es en este punto en que el protagonista decide ir en busca de su esposa y a lo largo de la película, muestra sus habilidades sobrehumanas, porque si aplicamos el realismo debió morir al menos 10 veces por todo lo que sorteó de manera mágica, pues ni Harry Potter tiene tanta suerte, como este personaje de acción.
El fornido protagonista tiene una serie de poderes particulares, en primer lugar está su tímpano de hierro, porque en medio de todas las explosiones de las cuales se salvó, nunca se agarró sus oídos para quejarse, porque sería normal que por la mitad de lo que pasó estuviera más sordo que una tapia.
Otras de las habilidades es tener una piel a prueba de fuego, pues en todas las llamaradas que atravesó, no sufrió quemadura alguna y aparte de eso, tiene un poder de hacer que todos los escombros encendidos pasen a milímetros de su humanidad, pero ninguna de ellos lo tocó.
De hecho las explosiones, tienen una figuración tan alta en este largometraje, que de quitarlas, la película tan sólo le quedaría una media hora de vida. Las mismas fueron grabadas con todas las cámaras posibles y son mostradas al público en todos sus ángulos, desperdiciando largos minutos de metraje en ver lo mismo, pero de diferentes puntos de vista.
Una de las secuencias más memorables es cuando dentro de un carro sin puertas, en medio de una persecución, agarró un chaleco antibalas con una sola mano y haciendo los movimientos adecuados, logró que las balas de una ametralladora rebotarán como moscas, todo esto sin soltar el volante que llevaba en su otra mano y mucho menos perder el control del vehículo.
El protagonista enfrentó a enemigos mano a mano, sin sufrir fractura alguna, hematoma o al menos una pequeña cortadura que justificará la humanidad de este personaje, que parece haber nacido en Kripton y es algún primo no reconocido de Superman.
Un punto a favor en la cinta es la participación del actor Robert Patrick como Rome, en el rol que siempre ha gustado en sus fanáticos como es el caso de ser el antagonista de la cinta. Para quienes no asocien el nombre de este actor, basta recordar que él fue el encargado de se hacer del androide malo en la segunda parte de "Terminator 2".
Patrick no decepciona como malo y le da el único peso actoral a todo el producto, porque si hay otra cosa por la cual se distingue esta cinta, es por la pésima actuación de todos los integrantes, con la salvedad antes referida.
Jhon Cena en su debut como actor, hace lucir a Jean Claude Van Damme, como un actor digno de un Premio de la Academia, logrando quizás una de las peores actuaciones de todos los tiempos, que no resulta creíble ni por un segundo.
Los guionistas también se rompieron el coco, pues los diálogos del protagonista eran sencillamente monosílabos y las situaciones que aquí se manejan, es una especie de lo peor de lo peor de las películas de "action man" de los años 80.
Esta película es para los nostálgicos de un genero casi extinto, como es el "action man", que se trata de un hombre ordinario, que se ve obligado a pelear con un ejercito de asesinos, que morirán en sus manos de las formas más bizarras, todo por una causa noble, porque si algo define a este tipo roles es el "síndrome de lamosca muerta", que se mete en rollos, sin buscarlos.
Luego de ver la evolución del cine de acción y las propuestas que tienen países como China, Japón, Rusia y Francia; es difícil regresar a viejos modelos, es como regresar del DVD al Betamax y "The Marine" es un rencauchado de géneros ya superados, que a pesar de tener muchos admiradores, no deja de ser obsoleto.
Esta película es para generar adrenalina a borde de un combo de cotufas, y a pesar de que está en cartelera, es mejor alquilarla, pues realmente no vale la pena gastar una entrada de cine en ver eso.
"The Marine" es una ventana al pasado, una muestra de como una generación se entretuvo con héroes acartonados, de donde solo se salva Jhon McClaine, de una era donde los golpes estaban por encima de la lógica, de una época ya transitada y como dice el sabio refrán "para atrás ni para coger impulso".

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