17.6.06

CSI Guaicamoa

Juan Pablo Valero


La televisión venezolana está viviendo una era negra, repleta de refritos donde los artistas bailan y cantan, luego de eso no sería raro ver un programa de televisión donde los famosos de la pantalla chica cocinaran, hicieran un torneo de fútbol o quien sabe que cosa por ondear la bandera del raiting.

El televidente venezolano sufre en líneas generales de una personalidad dual; por un lado tenemos un perfil que idolatra programas de calidad y los caza por los canales de cable; pero también está el otro yo a quien le encanta los llamados "programas culposos", aquellos que se critican por su baja factura, pero que detienen el dedo en el botón de canales del control remoto en medio del "zaping".

Con esa costumbre de copiar lo que funciona en otros países y no arriesgarse a darle algo nuevo a los usuarios de las "cajas chicas", no sería ilógico que se pudieran adaptar series de éxito en los Estados Unidos y el mundo, como es el caso de CSI.

En el terreno de las suposiciones esta serie puede llamarse "CSI Guaicamoa", integrada por una serie de personajes idénticos a los del seriado original, pero tropicalizados para acercarlos más a nuestra identidad.

La lista de episodios de la primera temporada, integrada por 25 capítulos, estaría conformada por los siguientes nombres: "Muerte en el Hotel Galaxia Cósmica", "Cachapa mortal", "Asesinato en el hipódromo", "Fallecimiento en una camionetica en hora pico", "Matraca", "La cofradía de los huelepega", "Cumbia hipersónica", "Misterios de la carretera vieja", "El oscuro sandungeo", "Perdido en La Guasima", "Tranca en la ARC", "Galán de arepera", "Taxi pirata", "Empanada emponzoñada", "Tres caramelos por mil", "La huella en la arepa", "Cementerio municipal", "Sancocho post morten", "Hijo er diablo", "La sayona y el silbón: serial killers", "Tras el moñongo de Lila", "La taguara del terror", "Guarapo homicida", "Las aves desaparecidas de la plaza Bolívar", y el gran capitulo final "Burundanga".

Gill Grisson sería oriental y se llamaría Gilberto González, a quien siempre le dirían "gir"; Warrick Brown se llamaría Jackson Pérez y saldría de Petare; Catherine Willows usaría el patronímico de Caterina Yuleisi Rodríguez y sería de Valencia; Nick Stokes sería reubatizado como Nicolás Gómez alias "Nick", con nacimiento en Valera, estado Trujillo; Sara Sidle pasaría a ser nombrada Sara Josefina Silva y tendría a Acarigua como escenario de nacimiento; Greg Sanders sería reconocido por los televidentes como Gregorio Sánchez, mejor conocido como "Greg" o "goyo", proveniente de Caracas; por último Jim Brass pasaría a llamarse Jaime Próculo García y sería maracucho.

En la escena del crimen se encontrarían evidencias como rastros de chicha, gotas de guasacaca, rastros de cerveza. Se estrenarían armas asesinas como: chícoras, machetes, chuzos, chinas, por mencionar algunas.

Sin duda alguna el personaje de "gir" cerraría el negro inicial con frases geniales como en la serie original, sólo que adaptadas a nuestra manera de pensar y de filosofar; por esa razón no sería extraño escucharlo decir "dime con quien andas y te diré quien eres"; "más fue la bulla que la cabuya"; "el que nace barrigón, ni que lo fajen chiquito"; "a Dios rogando y con el mazo dando"; "a cada cochino le llega su sábado"; "el que a hierro mata, no pretenderá morir a sombrerazos"; o los neo refranes "estamos mal, pero vamos bien"; "como va viniendo, vamos viendo", por citar algunos.

En su condición de entomólogo (en algunos episodios se le puede llamar bichólogo), "Gir" deberá lidiar con Chipos, lombrices de tierra, chiripas, coquitos, comejenes, bachacos, taras. En líneas generales insectos de nuestro peculio, o al menos como se conocen en esta tierra. Este científico podría acompañar con una sentencia a uno de los estudios de estos invertebrados con palabras como "en el país en que las cucarachas vuelan, todo es posible".

Cuando se requiera de la participación de un director estelar, no se va a llamar a Quentin Tarantino, en su lugar se puede trabajar con Enrique Lazo, Elia Schneider, José Ramón Novoa, Alberto Arvelo o Jonathan Jakubowicz. Con esos talentos, no es necesario pensar en más nadie.

En caso de que sea un éxito, se pueden pensar en las series filiales "CSI Pampanito" (Estado Trujillo) o "CSI El Chaparro" (Estado Anzoátegui), en las cuales se puede crear una serie de personajes con actores de renombre, pero que al final no van a superar a los pioneros de Guaicamoa.

La banda sonora de la serie no estaría enarbolada por canciones de la agrupación The Who; por el contrario escucharíamos piezas de "Vagos y Maleantes", "3 Dueños", "Caramelos de Cianuro" y algunos remixes de canciones de Gualberto Ibarreto, Trino Mora o Nancy Ramos.

Se pudiera seguir mencionando muchas cosas para copiar y satirizar una serie exitosa en otro país e importarla a la dimensión catódica del espectro nacional, pero realmente no vale la pena. Lo que se necesita es que los productores gesten nuevas ideas y llenen la televisión nacional de productos interesantes y evolucionen a este medio audiovisual, que se pierde entre tanta mediocridad.

Los creadores deben dejar atrás las imitaciones de programas paupérrimos como "Justicia para Todos" y ponerlos en horas de la mañana; tampoco llenar los televisores con "adivinos" que dan los números del 0 al 9 y piden que los combinen de cualquier forma, para sacar el número de la lotería. Lo que el país necesita es el valor de hacer cosas nuevas, de ofrecer cambios y atreverse a hacer cualquier propuesta novedosa, sin importar la crítica, porque el espectador criollo merece mucho más.

El ser venezolano es un gentilicio que se conoce en el mundo entero por su buen humor y la creatividad de sus representantes, por ello, es importante optimizarlos y usarlos como punta de lanza para generar series, novelas, unitarios o cortos con calidad de exportación. Porque esta nación siempre ha sido pionera en materia audiovisual, fue una de las primeras en hacer una proyección de una película de cine, pionera en la implementación de la televisión a color en Latinoamérica, esta nación que no quiere ser olvidada en el pantano de la mediocridad y la copia, porque este país lo que quiere tener es la mejor televisión del mundo. La televisión que se merece.

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