8.3.08

Antes de partir


"The Bucket List", "Ahora o Nunca" o "Antes de Partir", como se le conoce en los diferentes países en los cuales se ha estrenado, es una de las películas más esperadas del año por la cantidad de expectativas que levantó la pareja de protagonistas, el director y la temática del largometraje.
El resultado final fue una película buena, pero no excelente, cuya mayor debilidad es lo poco original del guión y la falta de aprovecho de esos actores que participaron en la cinta, que sin duda pudieron dar más en su labor, porque eso lo esperaba el público.
Cuando Jack Nicholson lució su cabeza rapada en la ceremonia del Oscar del año pasado y se dio a conocer el referido proyecto, se habló casi inmediatamente de premios a granel y la verdad la cinta hasta el momento ha pasado por debajo de la mesa.
Para muchos de las personas que han opinado sobre la cinta, el elemento que lo hace coincidir es su rechazo a las premisas trilladas y llenas de moralismos que para muchos no tienen razón de ser, especialmente si se toma en cuenta la construcción de los personajes que interpretaron Jack Nicholson y Morgan Freeman.
La película narra las aventuras de dos hombres sumamente diferentes que tratan de honrar su vida con la llegada de la muerte y para ello deciden tomar las riendas de sus últimos alientos y así poder conquistar sus cimas personales antes de partir.
Con el dinero de Edward Cole (Nicholson) y las ideas de Carter Chambers (Freeman) estos dos hombres que habían vivido enclaustrados en sus propias comodidades, las del primero relacionadas con su dinero, la del segundo tenían que ver con sus frustraciones y su posición fiel de pararse firme ante sus sueños y verlos pasar.
Hay un tercer personaje que se debe tomar en cuenta como es Thomas (Sean Hayes, el mismo de Will and Grace), quien representa un ácido estado de lealtad, un hombre que no teme a enfrentar a su jefe en ningún momento, pero sin dejar de seguirlo y cumplir con su trabajo la mejor de las funciones.
Dentro de este esquema tan predecible, Thomas, es un personaje que le inyecta algo de diferencia al resultado, repleto de estereotipos y clichés, lleno de situaciones antes de vistas y especialmente un profundo temor de mostrarle al público la gravedad de la muerte y endulcorarla para facilitar el mensaje meloso, que aunque muy positivo, tiende a perderse por lo repetitivo, especialmente en los espectadores jóvenes, quienes quieren ver propuestas diferentes y pasan la página a favor de producciones que reten su inteligencia.
De hecho uno de los pecados de esta cinta es tratar de conducir al público hacia un determinado tipo de reacción y que a todos se le ponga el corazón como una ciruela pasa al final de la proyección, y eso cansa y convierte su planteamiento en un panfleto a favor de una idea y no de una propuesta sin temor a ser puesta en la mesa, para ser analizada, como debe ser.
En ella hay un indiscutible golpe de estado entre el producto y el espectador, no hay forma en que se establezca una comunicación entre las partes, porque no se permite que el espectador juzgue, palpe y lleve a sí mismo la experiencia.
A su favor tiene la intención de mostrar una faceta positiva dentro de la tendencia oscura del cine de los últimos meses y aunque no tenga mucha novedad, su mensaje aún sigue siendo válido.
"Antes de Partir", es una de esas películas que pudo ser un gran largometraje, pero por la facilidad de no arriesgarse y buscar los favores de la taquilla se obtiene una película pacata y cobarde, aunque entretenida.
Los protagonistas soportan el peso en sus espaldas y gracias a ellos la cinta no se hunde por completo, asumiendo puntuaciones medias, propias de una película de esas que se ven a cada rato, con un bonito mensaje, pero sin nada que la haga perdurar con el pasar del tiempo.
Otro error grave es desconstruir a la muerte, para darle paso a un final de existencia complaciente, de esos que no se evidencia nunca en los momentos felices, como si fuera controlada por una especie de control remoto por cada uno de sus longevos portadores.
De hecho en este problema radica lo poco creíble del filme, y por eso se vio a unos enfermos terminales que no tomaban pastillas, que no sufrían dolores, que no sentían la llegada de lo inevitable.
Lo más irónico es que una película que este construida sobre la muerte, se tan temerosa del carácter de caducidad de cada existencia y como si fuera una película para niños se trata con bisturí los momentos finales de estos dos pacientes, algo resulta muy extraño.
"Antes de Partir" prueba suerte en mostrar una prefabricada versión de la vida y de como se debe valorar, cuando eso no tiene metodología alguna, pues la vida se le quiere y se le valora según los parámetros de cada quien.
Lo que queda claro es que no se debe esperar hasta el último momento para luchar por los sueños, de lograr los anhelos.
La muerte no tiene porque ser el límite de esa falta de acción, porque la vida es más corta de lo que parece y los resultados de las decisiones que cada quien toma pueden ser suficientes para dejar atrás un sueño, una meta de vida.
Como el título de la última producción de Juanes, "la vida es un rático", por eso hay que tomar las riendas y no dejarse encerrar en la rutina y hacer desde ya una lista de cosas que hay que hacer y ponerlas en práctica, porque la vida no espera y se escurre en el minutero del reloj.

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